Era ya muy viejo cuando ordenando mi vida encontré en una caja empolvada por el paso del tiempo y una vida desordenada, las fotos de mi niñez.
Un pueblo lejano sumido en el verde de la selva, agobiado por el frio de las montañas y acurrucado en el calor de su gente, (mi tierra querida)
Atravesé la tinta y el papel; me sumergí entero en un baño de memorias divinas, tragándome el olvido y vislumbrando escenarios entrañables.
Ahora mis recuerdos que fueron sueños olvidados se convierten en tristezas que son dulces, y momentos detenidos en segundos, por abrazos eternos,me recalcan las promesas viejas y las nuevas. Y tanta línea de tiempo guiándome a un pasado que marcó mi vida de la mejor manera.
Hoy ya no me niego nada, hoy ya lo tengo todo. Lo sé, lo recuerdo, lo vuelvo a vivir…
Viejo y cansado siendo tan joven aun, dejo los dolores en una maleta que olvidare de puro gusto, en algún camino sumergido en esperanza; hasta que el tiempo agrio y impredecible me lo regrese en una marea de lágrimas, pero no será mas una carga, será el alivio en mi alma…hoy lo sé, tengo una vida feliz. Y aunque siempre me encuentre afrontando mis penas y desprendiéndome de sentimientos oscuros… Siempre podre mirar al cielo con ojos de esperanza. Y aunque me encuentre rogándole la lluvia de rodillas, no tendré vergüenza pues mis lágrimas son vida. Voy a purificar mi mundo de arena y polvo y convertirlo en una pradera de verde brillante. Quiero contemplar cómo se transforman las penas oscuras a un rojo naranja en el ocaso, esa es para mí la representación de la muerte de un pasado de colecciones sin valor, pues lo he decidido; solo recordare lo bueno y enterrare las culpas con la esperanza que nutran la tierra y se vuelvan frutos de experiencia que alimenten a algún viajero que me acompañe en el camino.
Haré de mis historias cuentos felices, que alegren y no entristezcan, que perduren y se eleven como plegarias de deseos buenos y nobles...
Pues no puedo ser feliz y triste al mismo tiempo y si es que pudiera no lo quiero, no lo necesito.
En una caja vieja encontré mi alma de niño, en una sonrisa de tinta y papel me encuentro tiernamente reflejado
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